Por Aurora Guerra Tapia
Dos de cada 100 individuos de cualquier edad, tienen manchas blancas en la piel. La preocupación por la salud deja paso en estos casos a la preocupación por la belleza. Las preguntas inevitables son: ¿porqué tengo vitíligo? ¿puedo curarme?
Desde la más remota antigüedad las manchas blancas en la piel han sido un tema de preocupación y de estigma social. Las más afectadas por la repercusión psicológica que produce son las mujeres, a las que en algunas culturas todavía apartan del matrimonio o la maternidad.
Una enfermedad exclusiva de la piel en la que las células que producen el color oscuro y nos ponen morenas (los melanocitos) mueren. Allí donde los melanocitos han dejado de existir, la piel se vuelve blanca.
¿Quién padece vitíligo?

El 30% de los casos tienen entre sus familiares otros casos similares, por lo que existe una predisposición genética.
Afecta por igual a hombres y mujeres, aunque son ellas las que mayor impacto emocional sufren. La mayoría de los casos comienzan antes de los 20 años, y a partir de ese momento, continúan de forma crónica en mayor o menor medida dependiendo de los factores individuales de cada persona.
¿Cómo puedo saber si una mancha blanca es vitíligo o no?
Las manchas blancas son circulares y suelen disponerse de forma simétrica, sin ninguna otra alteración. A veces aparecen sobre una zona alargada y no cambian de forma ni progresan. Es el vitíligo segmentario o focal. Las manchas no pican, no duelen. Dan pocas pistas. Pueden confundirse con pitiriasis alba, lepra, pitiriasis versicolor, liquen escleroso, piebaldismo e hipocromías postinflamatorias.
Por eso se necesitan otros datos para asegurar el diagnóstico. Por ejemplo, que se presente inicialmente en manos y pies, en codos y rodillas, en torno a los ojos o a la boca, y con frecuencia, en genitales. O que el borde tenga un color intermedio (vitíligo tricrómico), o rojizo (vitíligo inflamatorio) o más oscuro (vitíligo cuadricrómico).
Observando con una luz especial llamada luz Word, se pueden ver manchas que aún no son evidentes a simple vista, y en casos muy dudosos hay que hacer una biopsia para ver la piel a través del microscopio.
Pero… ¿Por qué aparece?
A pesar de ser tantas las personas que la padecen, esta enfermedad continúa siendo un misterio. Las teorías suponen que melanocito es atacado por sustancias tóxicas que produce el propio organismo.
Aún así contamos con algunos datos objetivos:
• El 30% de los casos tienen entre sus familiares otros casos similares, por lo que existe una predisposición genética.
• Existen anticuerpos contra los melanocitos en el 80% de los pacientes, lo que sugiere un problema de autoinmunidad.
• El vitíligo se asocia con otras enfermedades autoinmunitarias, como las enfermedades tiroideas, la anemia perniciosa, la diabetes mellitus, la enfermedad de Addison, la miastenia grave, la alopecia areata, la morfea y el liquen escleroatrófico, lo que apoya la existencia de una alteración de la inmunidad global.
¿Sabías que…?
• Cuando la piel recibe un golpe o se inflama por otro motivo, puede desencadenarse en esa zona la mancha de vitíligo. Este hecho se llama fenómeno de Koebner.
• Es signo de mal pronóstico que los pelos que se hallan en el interior de una lesión sean blancos (poliosis).
Aurora Guerra Tapia
Jefa de Sección de Dermatología del Hospital Universitario 12 de octubre.
Profesora Titular de Dermatología de la Universidad Complutense. Madrid.
Instituto Médico Estético Quintana (Tel. 91 758 59 42) (WhatsApp 618 518 838)
The post Tengo vitíligo; pero, ¿por qué? appeared first on El Blog de Meli Camacho.