
Corteza de Sauce
Sabéis que soy fanática de los productos naturales y que en esta sociedad en la que vivimos apenas nos hace efecto nada por la cantidad de medicamentos que ingerimos a lo largo del año. Recuerdo cuando era niña que pasaba temporadas en un pueblo de Jaén invitada y un día llegó a aquellas tierras un médico nuevo y joven y las mujeres salían de la consulta muy descontentas con él porque “vaya médico, que no manda apenas medicamentos” decían todas con indignación. Creo que con este ejemplo esta dicho todo, no?
Pensadlo… Los botiquines de nuestras casas están atestados de fármacos recetados en su día, muchos de ellos sin receta, almacenados como si de una despensa se tratara y nosotros, tirando de ellos cuando nos vienen en gana sin pensar en los efectos secundarios o si son realmente necesarios.
Hipócrates ya utilizaba corteza de sauce
Desde la antigüedad este remedio se ha utilizado para numerosas dolencias; probablemente ha sido la precursora de la aspirina que lo introduce como uno de sus principios activos. Siempre he pensado que hacían antiguamente, cuando se morían de dolor y no podían ir al ambulatorio o a la farmacia para solucionarlo. Pues sencillamente, tiraban de las plantas como farmacopea particular! El propio Hipócrates se valía de estos remedios, como revelan los textos donde se explica cómo este médico de la Antigua Grecia hacía uso de infusiones de Corteza de Sauce para sus curas. Ya me extrañaba a mí que con tanta sabiduría, fuera a pararlo un dolor de cabeza!
Los indígenas de América también la utilizaban para los dolores de cabeza, que no nos creamos que es un dolor de la era moderna. También lo usaban para combatir la fiebre y bajaba rapidísimamente y para todo tipo de dolores, en general. Mucho después en 1763 Eduardo Stone Reverendo, hizo un tratado revelando esta corteza de Sauce Blanco como solución también para la fiebre. Ya sabéis “cuando el rio suena, agua lleva”…
Disección de la aspirina
Uno de sus componentes más importantes, la salicina, cuenta con un interesante manojo de propiedades analgésicas, antiinflamatorias, sedativas, antiplaquetarias, antirreumáticas, antipiréticas, antigotosas y estomacales… Ahí es nada. Y ello se debe a que una vez en nuestro organismo, la salicina se convierte en ácido salicílico lo que produce estas cualidades en nuestro organismo: calmar el dolor y la inflamación.
Así, la salicina de la corteza de sauce blanco serviría para calmar el dolor de cabeza, de oídos, musculares, reumáticos, fibromialgias… Ahora bien, al ser un producto natural lógicamente tarda mucho más en hacer efecto que la aspirina tradicional pero como ventaja no presenta ningún efecto secundario o contrario para el organismo. Dicho esto, conviene aclarar que lo lógico es que aquella persona que no puede tomar aspirina no deba tomar corteza de sauce para prevenir posibles efectos perniciosos y siempre que se haga deberá ser mediante la recomendación de un especialista y en principio, con dosis muy bajas para controlar la tolerancia al mismo.
Otra de sus cualidades son las propiedades anticoagulantes ya que impiden la formación de trombos o coágulos en el interior de las arterias o las venas por acumulación de las plaquetas. También ayuda a calmar el nerviosismo, a reducir el estrés e incluso a dormir mejor.
Vamos que, como podéis comprobar, la corteza de sauce es algo así como la “purga de Benito” que vale para todo….
Probad y ya me contaréis…
De venta en farmacias, herbolarios y en la www.parafarmaciadeconfianza.es
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