Creo que a todos, bueno, los que hemos recibido educación católica, nos han martirizado mucho con los siete pecados capitales: la lujuria, la ira, la pereza, la gula, la soberbia, la avaricia y la envidia. Si no nos dejáramos sucumbir por ninguno de ellos seríamos mejores personas, mejor dicho, seríamos santos.
Pero lo más curioso es que en el Antiguo Testamento, que sirvió para controlar al ser humano de todas sus miserias y debilidades, se olvidaron de uno de los pecados capitales más grandes del hombre: la vanidad. No me explico por qué la vanidad no la incluyen como pecado mortal y sí como si fuera venial. Todos los grandes hombres y mujeres a lo largo de la historia que han sido referentes de fortaleza, liderazgo, incorruptibilidad, carisma; personajes que han gozado de éxito personal, político, empresarial como Bill Gates, Mario Conde, Silvio Berlusconi y otros procedentes del mundo del cine, las artes y las letras han sido susceptibles de dejarse llevar por la vanidad.

Espejo espejito mágico ¿quién es la más guapa del Reino?
Es muy raro que un gran dirigente o gran personalidad lleno de consejeros, secretarios, guardaespaldas no se encuentre con una autoestima elevada, una gran seguridad en sí mismos y que incluso que parezca que pasan olímpicamente, que no necesitan de cualquier elogio o halago. Pues eso no es cierto. En un tratado muy antiguo de crecimiento personal, que estudia la condición humana, habla que si averiguas verdaderamente el punto débil de cualquier persona a la que quieras llegar, por muy importante que sea, lo primero que hay que pensar es en su vanidad. Si la acrecientas, fomentas y estimulas con inteligencia tienes el 100% ganado con su aprobación, su estima, atención, etc.
Conclusión, haced la prueba: acercaos a alguien que siempre os ha parecido muy superior, inalcanzable, como un amor platónico, un jefe antipático, una figura del espectáculo o simplemente un intelectual, escritor o político que en una reunión quieres aproximarte a hablar con él pero su personalidad te intimida. ¿Qué hacer? ¡Acordaos de la vanidad! Es la herramienta más eficaz y potente que tenemos en nuestras manos y muchas veces por ignorancia, soberbia, envidia o una simple timidez dejamos de utilizarla. Es una pena, funciona y muy bien por cierto. Prueba a ganarte a la gente por su vanidad.
El ser humano se ha percatado de esta debilidad y a lo largo de los siglos, desde que el hombre es hombre, ha hecho negocio con ella: el oro, las piedras preciosas, ungüentos, perfumes, telas, los cosméticos, la moda, el cuidado personal. Ha movido y sigue moviendo grandes fortunas, es el negocio de todas las generaciones. ¿A quién no le gusta parecer más guapo, tener mejor facha, pelo abundante, piel resplandeciente, dientes sanos, boca bonita y un cuerpo esbelto y figura sexy? Comprendo que hay escala de valores.
Para unos puede ser su gran prioridad y para otros no tanto. Pero aunque lo nieguen, a todos nos apetece y nos interesa aparentar o tener un físico mejor y más agradable. Por eso en este Blog lo que hago es acrecentar la vanidad por muy oculta que la tengamos, con cantidad de novedades para esta temporada. Como una Chuches para adelgazar, unas cremas ecológicas hechas con tomate, unos adhesivos que se aplican en el párpado para evitar la cirugía… pero ojo, que todavía no han salido al mercado, estamos testando y comprobando su eficacia y poco a poco os lo iré desvelando.
¡Espero que os guste!
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