Diversos estudios científicos determinan que nos pasamos alrededor de un tercio de nuestra vida durmiendo. Según la revista Science:
“Dormir permite al cerebro limpiarse de los residuos acumulados durante la víspera gracias a un mecanismo, llamado “glinfático”, que actúa durante el sueño y permite limpiar la mayor parte de toxinas responsables de enfermedades como el Alzheimer u otras patologías neurológicas”.
Pero por si fuera poco, dormir tiene muchos más beneficios. Y aunque para la mayoría de la gente, es lo normal, no a todo el mundo le resulta tan fácil conciliar el sueño.
El insomnio un enemigo para la salud
Que levante la mano quien no se haya pasado una noche de esas en las que no ha pegado ojo. Cuando te levantas a la mañana siguiente hecha polvo y como si te hubiera pasado un camión por encima piensas, “más me hubiera valido aprovechar para hacer algo”

Ya sea por el estrés, las presiones laborales o los problemas familiares, la sensación ver pasar el tiempo en la cama, dando vueltas y cambiando de postura cada poco, es horrible.
Además, según se acerca la fatídica hora en la que sonará el despertador tenemos la sensación de estar más agotados y despiertos que nunca.
Pero no debemos sentirnos un bicho raro, ni mucho menos. El 30% de la población padece trastornos relacionados con el sueño y para un 4% de ellos, estos son crónicos.
El insomnio puede convertirse en un problema grave para nuestra salud. Al igual que la mala calidad del sueño, hará que tengamos mayor propensión a desarrollar enfermedades ya que nuestro sistema inmune se debilita.
Si tienes dificultades para dormir y te cuesta relajarte en el momento de irte a la cama. Los pensamientos y preocupaciones no te dan tregua.
O tienes la sensación de dormir a intervalos. Además llegadas las horas de la madrugada te desvelas frecuentemente. O te despiertas demasiado pronto por la mañana.
Sin duda el insomnio está afectando a la calidad de tus horas de sueño. Y esto es en un porcentaje muy alto de los casos el primer indicio de enfermedades mentales o depresión.
Muchas veces los responsables que merman nuestro descanso, son la ansiedad, el estrés y la depresión.
En otros casos el estilo de vida o el entorno afectan directamente a la falta de sueño. Por ejemplo un ritmo de vida irregular o un ambiente ruidoso que pertube el sueño.
Dormir mal tiene consecuencias directas en la calidad de vida diurna, y en poco tiempo también sobre la salud.

En la última década, el consumo de somníferos se ha disparado entre la población de más de 35 años. Y España se ha convertido en uno de los países donde más somníferos y tranquilizantes se consumen actualmente.
De hecho, en 2005 fue el momento en el que por primera vez el consumo de fármacos hipnosedantes se convirtió en la droga más consumida junto al tabaco y al alcohol.
Sin duda es un hecho preocupante que cada vez más la gente padezca insomnio. Pero aún lo es más, que dejemos la solución en manos de la química.
Estudios como el publicado por la revista científica BMJ (antes llamada British Medical Journal) puso de manifiesto unos datos aterradores: las pastillas para dormir estarían relacionadas con un riesgo de muerte 4,6 veces mayor y un 35% más de probabilidades de desarrollar un cáncer. Las conclusiones de quienes realizaron este estudio son contundentes. Las pastillas para dormir son peligrosas para la salud y contribuirían a aumentar el riesgo de muerte.
Con todos estos datos en la mano, está claro que debemos dormir bien. El sueño es fundamental para llevar una vida feliz y sana. Además debemos intentar hacerlo de manera natural sin dañar nuestro organismo.
Beneficios del sueño
El sueño es sin duda un aliado de la buena salud. Entre sus muchos beneficios, debemos tener en cuenta que es también una de las funciones vitales del organismo.
Funciones vitales como la respiración, la digestión o la inmunidad.
Tan cierto como que necesitamos el aire para vivir lo es también que debemos dormir adecuadamente.
Dormir bien, resulta esencial para llevar a cabo las funciones de aprendizaje, memorización y adaptación a circunstancias cambiantes.
• Además asegura el bienestar durante el día.
• Te ayuda a lucir un cutis más resplandeciente.
• Mejora tu sistema inmunológico.
• Hasta favorece la pérdida de peso.

Según las últimas investigaciones, dormir es lo que permite mantener las conexiones entre las neuronas (sinapsis), que consolidan tanto la memoria innata como la memoria adquirida. Es decir, el sueño favorece la asimilación, el almacenamiento y la organización de conocimientos nuevos, procesos que requieren que el cerebro esté aislado de estimulaciones externas.
El sueño también permite el reposo del organismo, así como la reconstitución de las reservas de energía metabólica (el glucógeno que se almacena en el hígado).
Dormir está directamente relacionado con la buena salud, pues repercute en la estimulación hormonal, la reconstrucción celular, el buen humor, la maduración cerebral, la salud del sistema cardiovascular, la recuperación física y psíquica…
Acaba con el insomnio
Y si no dormir es malo para la salud y tomar pastillas es peor… ¿qué hacer? Cuál es la solución.
Bueno, pues como en todo, no existe varita mágica, pero sí hay opciones.
Algunas plantas medicinales ingeridas en infusión, como la tila, pueden ayudar a calmar los nervios. Además esta es una solución bastante extendida socialmente.
Esto funciona en momentos puntuales y situaciones concretas. Pero en la mayoría de los casos, el insomnio no responde a la ingesta de infusiones o la combinación de éstas. Suele ser un problema más arraigado que precisa de métodos más eficaces.
La Melatonina regula los ciclos de sueño y consigue que descanses y, de paso, mejora el sistema inmune.

Ya sabes, para lucir una piel luminosa y un buen humor radiante, cuida tu sueño y tu descanso, estarás haciendo mucho por tu salud
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Si quieres probar otras plantas que funcionan, te dejo un pequeño glosario:
Espino blanco: acción sedante sobre el sistema nervioso central.
Melisa: calmante y ansiolítico.
Melisa: calmante y ansiolítico.
Amapola de California: sedante e hipnótica.
Matricaria (o manzanilla alemana): relajante y sedante.
Tilo: antifatiga nerviosa.
¡Por un sueño reparador!
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